Estos scones los hice por primera vez cuando vivía
en un departamento así de chiquitito, sin horno, sin freezer, sin living, sin
cocina, sin nada de nada. Sin huevos tampoco, parece.
Rara vez repito las recetas pero cuando lo hago es
por una buena razón. Y mi excusa esta vez fue que estaba antojada de algo recién
salidito del horno y me había quedado sin huevos.
Les diría que estos scones hasta casi son mágicos porque
desde el momento en que saqué los ingredientes hasta que los saqué del horno, difícilmente
pasaron 20 minutos. ¡Así de rápidos son de hacer!
Scones sin huevo
Salen
entre 10 y 12
225g harina leudante
½ cucharadita de bicarbonato de sodio
pizca de sal
50g manteca fría, en cuadraditos
25g azúcar
50g pasas de uva rubias o negras (optativo)
(como verán yo no tenía, así que no le puse)
150ml leche fría (puede ser menos)
1. Precalentar el horno a 220°C y colocar
dentro una asadera limpia (no hay necesidad de enmantecar ni enharinar).
2. Mezclar los secos: harina, sal y bicarbonato
en un bol (si hay grumos, es mejor tamizar) y agregar la manteca deshaciéndola
en granitos (cuanto menos tocoteemos la manteca, mejor).
3. Agregar el azúcar y las pasas si le ponen. Hacer
un hueco en el centro e ir agregando la leche hasta formar una masa homogénea y
algo blanda. La masa de los scones NO se amasa ni se estira con palote. Volcar
sobre la mesa enharinada y aplastar con la palma de la mano hasta que tenga un
espesor entre 1.5 cm y 2 cm.
4. Utilizar un cortante enharinado de 6 cm de diámetro
y cortar los scones. Si la masa salió bien, tendrían que quedar pegados en el cortante.
Despegarlos con el dedo sobre la placa que pusimos en el horno. Se pueden
pintar con leche pero a los míos no les puse nada.
5. Hornear de 10 a 12
minutos, o hasta que estén bien altitos y dorados (¡como los de la foto!, ¿vieron
qué lindos?) Los scones se comen calentitos, recién salidos del horno, con
manteca, mermelada de frutos rojos y un rico té. Si consiguen té inglés, ni les digo…
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