Haciendo
estas galletitas con sólo dos ingredientes, pensé que son ideales para que
Mavi, mi sobrinita, las haga solita (con ayuda de mamá).
Tenía un
paquete de avena y ganas de hacer galletitas pero no tenía ni pasas, ni chocolate
ni nada parecido así que agarré lo único que encontré a mano, una latita de
leche condensada y me puse a experimentar.
¿La verdad
la verdad? Tenía mis dudas y pensé en la posibilidad de que mis montoncitos de
avena terminaran hechos un mar de avena en la placa pero no. El secreto es
agregar suficiente avena como para que la leche condensada actúe de ligue y la
pasta quede firme. Las proporciones no pueden ser más fáciles: por cada latita
de leche condensada agregar la mitad de cantidad de avena arrollada gruesa.
Vale decir, si una latita tiene 400 cc usamos 200g de avena. Mezclamos todo y
colocamos en una placa enmantecada y enharinada (o usar una placa con silpat)
en montoncitos (los podemos hacer en forma de bolita o poner irregularmente en
la placa. Van en horno precalentado (moderado) hasta que los bordes estén doraditos
(de 10 a 15 minutos dependiendo del tamaño de los montoncitos).
2 comments:
Que ricas! A mi me encantan las de avena y mermelada de durazno. En casa soliamos hacerlas pero no recuerdo la receta. Tal vez le pida a mi mama que me la escanee. :)
Gracias Jorgelina! Avisame si la conseguis! ;)
Post a Comment