Hace tiempo
que se me pegó la onda retro. Culpa del “Great British Bake Off” quizás,
programa al cual todos los que estamos en Inglaterra somos adictos. Y es que en
este programa (una suerte de “Masterchef” para pasteleros amateur) hacen sudar
la gota gorda a los concursantes con recetas antiguas de las que nadie escuchó
hablar. Cuanto más ignota la receta, mejor. Pero bueno, yo hoy estoy bastante clásica
y quiero compartir una receta de un libro antiguo de cocina que había en mi
casa (teníamos dos: uno el de la Petrona y el otro, éste de donde saqué la
receta). Es una tarta de duraznos muy rica. La crema pastelera no es la versión
de siempre, lleva un par de cositas extra que le van muy bien. ¡Disfruten!
Tarta de duraznos con crema pastelera
(para 6)
Masa
300g de
harina común
3
cucharaditas de polvo de hornear
pizca de
sal
150g de
manteca
125g de azúcar
1 huevo
2
cucharaditas de jugo de limón
leche extra
para mezclar
Crema pastelera
½ taza
de azúcar
½ litro
de leche tibia
4 huevos
extracto
de vainilla
2
cucharadas de maicena
chorrito
de coñac
1 lata
de duraznos al natural (¡no tiren el almíbar!)
Para la
masa:
Mezclar todos
los ingredientes secos en un bol, agregar la manteca fría en cubitos y trabajar
con la punta de los dedos hasta que parezca un granulado.
Agregar el
huevo, el jugo de limón y suficiente leche como para formar una masa tierna. Envolver
en clingfilm y dejar descansar en la heladera por 30 minutos.
Estirar la
masa con palote y forrar con ella una tartera enmantecada y enharinada (es preferible
usar una tartera desmontable para esta receta). Forrar la tartera con papel
manteca y rellenar con garbanzos o alguna otra cosa que haga peso. Hornear de
10 a 15 minutos o hasta que la masa se vea cocida. Retirar y dejar enfriar en
el molde.
Para la
crema pastelera:
Mezclar los
huevos con el azúcar, agregar la leche tibia y el almíbar de duraznos reservado
(guardar 2 cucharadas de almíbar para pincelar la tarta y darle brillo), el
extracto de vainilla y la maicena (disuelta en un poquito de la leche que
calentamos). Colocar en una ollita y llevar a fuego hasta que espese,
revolviendo con cuchara de madera. ¿Cómo nos damos cuenta cuando está lista? Cuando
le pasamos un dedo a la cuchara con pastelera y éste deja un surco que
permanece, entonces la crema ya está, si el surco se desdibuja, hay que
cocinarla un poco más. Una vez que espesa, dejar entibiar y agregarle el coñac
(si lo hacemos antes, el licor se va a evaporar). Dejar enfriar, cubierto con
clingfilm para que no se le forme costra.
Armado:
Desmoldar
la base de tarta. Rellenar con la crema pastelera y cubrir con los gajos de
durazno al natural. Pincelar con las 2 cucharadas de almíbar que habíamos
reservado. Enfriar muy bien en la heladera antes de consumir.