Muchas
veces nos faltan ingredientes. Y por eso desistimos de hacer algún plato que
tenemos ganas de hacer. Lo que yo les propongo hoy es que abramos un poco la
cabeza y aprendamos a reemplazar unos ingredientes con otros y así darnos el
gusto igual.
Cuando
encontré esta receta fue verdaderamente un descubrimiento. Acostumbrada como
estaba a comer pasta con salsa y queso de rallar, era todo un tema cuando el
queso faltaba. Por eso cuando, hojeando uno de los primeros libros de Jamie, encontré
la receta de su Spaghetti al pangratto, salí corriendo a ensayarla. Este es un
muy ejemplo de lo que en Italia se conoce como “cucina povera”, la cocina de
los pobres. Y es verdad, porque casi con nada nos queda un plato riquísimo. Para
los que no estén acostumbrados al combo de pasta + limón + anchoas, les espera
una agradable sorpresa…
Spaghetti al pangratto de Jamie Oliver
Para 4
455g spaghetti (tambien
pueden usar linguini)
6 cucharadas de aceite de
oliva
2 dientes de ajo, finamente
picados
16 filetes de anchoa
Jugo de 2 limones
2 ajíes (chillies), secos y
picaditos
Para el pangratto
8 cucharadas de aceite de oliva
1 diente de ajo, en láminas
bien finas
1 manojo de tomillo fresco
200g de pan fresco
(preferentemente ciabatta), desmigajado (no tiene que quedar hecho polvo como
el pan rallado)
Sal y pimiento fresca
recien molida
Para
el pangratto
Poner
el aceite de oliva en una sartén de fondo grueso. Agregar el ajo, el tomillo y
las migas de pan, al freírse el pan se va a empezar a tostar. Mezclar por uno o
dos minutos hasta que las migas de pan queden crocantes y doradas. Salpimentar
y escurrir sobre papel de cocina. Reservar.
Cocinar la pasta en
abundante agua hirviendo con sal hasta que estén al dente. Mientras se hace la
pasta, poner el aceite de oliva y el ajo en una sartén y calentar a fuego bajo.
Cuando el ajo comienza a ablandarse, agregar los filetes de anchoa por encima. Al
cabo de unos minutos van a empezar a deshacerse. Exprimir el jugo de limón por
encima y espolvorear con el chilli seco.
Agregar la pasta e
integrarla bien en la salsa. Probar la pasta porque quizás necesite un poco más
de jugo de limón o más sal o pimienta. Servir enseguida espolvoreado con mucho
pangratto.